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C?mo planificar la alimentaci?n cuando baja la temperatura

. Publicado en: Comer y Correr

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Muchas veces durante el a?o los cambios de estaci?n se acompa?an de modificaciones en la alimentaci?n; sobre todo en la preparaci?n, temperaturas y cantidades de las comidas diarias. Si el objetivo es seguir una dieta equilibrada, o disminuir las calor?as en el caso que se busque bajar de peso, deben tenerse en cuenta algunos aspectos pr?cticos y tambi?n cient?ficos.

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La Licenciada en Nutrici?n y especialista en nutrici?n deportiva Karen C?mera explica: ?Si el clima cambia lo afrontamos con abrigo o ropa liviana; y con el uso de refrigeraci?n o calefacci?n. Por eso no se puede asumir que el organismo gaste significativamente m?s calor?as en invierno que en verano para mantener la temperatura corporal. Las calor?as que el organismo humano utiliza para mantener la temperatura corporal se determinan dentro del c?lculo del ?metabolismo basal? que es el consumo de energ?a de una persona despierta en reposo y a 20?C.?

Esa energ?a se mide en calor?as y es la necesaria para mantener las funciones vitales en dichas condiciones, y cada persona tiene un requerimiento energ?tico diario diferente de acuerdo a las actividades o condiciones en las que se encuentre (por ejemplo qu? actividad f?sica realiza, c?mo digiere lo que come, si tiene fiebre o si sufre de alg?n desequilibrio hormonal?.

El confort y la exposici?n breve a muy bajas temperaturas hacen que sea m?nimo el consumo cal?rico extra; y en un clima caluroso, los mecanismos de absorci?n/transporte de agua y de sudoraci?n, tambi?n son activos en cuanto a gasto de energ?a, y esenciales a la hora de regular la temperatura corporal. De este modo en invierno y verano el organismo trabaja activamente para regular la temperatura corporal, siempre consumiendo energ?a.

El mito de que en invierno se come m?s que en verano

?Sucede en general porque se asocia err?neamente lo cal?rico con caliente y lo bajo en calor?as con lo fresco. Tambi?n est? relacionado a aspectos sensoriales: se desea una comida reconfortante, as? como buscamos eso en la temperatura ambiente que nos rodea. Muchos pacientes relatan que en invierno comer frutas o ensaladas les da fr?o y que ?necesitan? comidas calientes como pastas, guisos, pur?s, arroz y dem?s preparaciones cocidas, que se sirven calientes y son hipercal?ricas.

Esa suposici?n o ?excusa? que nos permite comer m?s kilocalor?as en invierno puede llevar a un sobrepeso no deseado, que al cambiar la estaci?n nos sorprende con el deseo repentino de volver a bajarlo y encarar dietas muy restrictivas, como almorzar ensalada, merendar yogur y cenar fruta, que no son sostenibles ni saludables.

Si luego de un d?a fr?o deseamos una cena caliente, podemos elegir una sopa natural de verduras y legumbres o carne magra (roja o blanca) con ensalada tibia de verduras cocidas o fideos, tambi?n arroz integral combinados con vegetales, todo platos de moderada a baja densidad cal?rica. Cazuelas, guisos y pur?s se pueden consumir si elegimos bien los ingredientes y formas de preparaci?n? culmina C?mera.

La especialista recomienda que para evitar las fluctuaciones estacionales de peso, no se deber?a permitir cambios tan marcados en la ingesta de calor?as, y siempre asesorarse con un? profesional id?neo sobre cu?l es el requerimiento energ?tico individual, y los alimentos y formas de preparaci?n m?s adecuados para las distintas estaciones, seg?n los gustos de cada uno.