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¿Cómo correr un Maratón?

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Un interrogante que puede tener mil respuestas o ninguna.  La pregunta que se hacen varios runners al momento de pensar en entrenarse para afrontar  la madre de todas las distancias. De todas las respuestas posibles, ninguna será una verdad absoluta, pero todas pueden contribuir a que cada persona construya la suya propia.

 

Varios factores intervienen en la preparación de un Maratón. Y esta puede ser la primera parte de una respuesta: Un maratón se corre luego de una buena preparación.

Entrenamiento físico, alimentación, descanso y preparación mental son las cuatro patas de la mesa donde se sirve el Maratón. Y el mantel de esa misma mesa es el respeto a la distancia.

Son 42195 metros. El saber popular cuenta que en el Maratón corrés los primeros 30 kilómetros con las piernas, que del 30 al 40 corrés con la cabeza, que del 40 al 42 corrés con el corazón. Y que los últimos 195 metros los vas a correr con lágrimas en los ojos.

El entrenamiento físico es aquel que habitualmente llamamos entrenamiento. Fondos, pasadas, cambios de ritmo, determinado volumen o carga de trabajo semanal que se traducirá en cierta cantidad de kilómetros, de acuerdo al nivel de cada corredor o corredora. Seis o menos jornadas por semana, Tal vez doble turno o más de seis jornadas de entrenamiento, según la capacidad y el nivel de exigencia de cada persona. El equilibrio entre jornadas de carga y jornadas de descarga es saludable para el cuerpo. La elongación, el estiramiento es parte del entrenamiento, ayuda a que las fibras musculares vuelvan a la normalidad y se recuperen mejor.

Alimentación saludable, ordenada, cuidada y metódica, en consonancia con la cantidad de kilómetros recorridos, las dimensiones corporales de cada maratonista, las particularidades de cada caso. Es muy probable que mientras más se incrementa el volumen de entrenamiento tiendas a comer un poco más. Como parte de la alimentación debemos contar la hidratación. El cuerpo pide agua, dale agua. Y si no pide, dale agua. Te estás preparando para un esfuerzo supremo y es necesario mantener la máquina en las mejores condiciones posibles. La alimentación durante la actividad física también se entrena. Por eso es importante planificar cómo va a realizarse la ingesta de alimentos y líquidos durante la carrera. Y practicar ese plan durante los entrenamientos. 

Descanso, también llamado entrenamiento invisible junto a la alimentación. Es tan importante como el entrenamiento activo. Después del mejor fondo, de las pasadas más exigentes, de una jornada de entrenamiento es imprescindible el descanso. Suele ser complicado encontrar el tiempo de descanso para quienes, como corredores y corredoras amateur, tienen que combinar entrenamiento con jornada laboral. Aún así, el descanso es parte fundamental de la preparación. Maratonista que no descansa, sufre una merma en el rendimiento. Y lo que puede traer mayores complicaciones: la falta de descanso suele ser una ventana abierta a posibles lesiones. Maratonista lesionado, deja de ser maratonista por un tiempo.

La preparación mental, tener cabeza, ser capaz de sobreponerse a todo para terminar la carrera. De eso se trata. Pero sobreponerse a todo no significa llegar como sea. Al contrario, sobreponerse es saber hasta dónde podemos llegar y conseguir que ese lugar sea el arco final de la carrera. El proceso de preparación de un Maratón es largo, intenso, puede ser tedioso y desgastante. Una clave es saber disfrutar de ese proceso, elaborar paso a paso cada entrenamiento y valorizar cada meta alcanzada. El Maratón no es para guapos ni para valientes, es para inteligentes. Lo dice un experimentado corredor que acumula casi 40 maratones. la inteligencia consiste en reconocer que el cuerpo puede, que la mente ayuda y que hay un límite.

Un Maratón se corre con un gran respeto a la distancia. Son 42195 metros. Pero se corre sin ningún miedo. Se corre con la convicción de llegar a la meta. 

Para ello hay que definir varios objetivos. El primero es llegar a la línea de largada en condiciones de estar allí. El segundo es saber que un tiempo después vamos a estar cruzando el arco de llegada. El tercero es tratar de hacerlo corriendo durante todo ese tiempo. El cuarto es tratar de hacerlo en un determinado tiempo. El quinto es disfrutar cada metro de carrera.

Después surgirá otra pregunta: ¿Volverías a correr un Maratón?

César Sánchez - Corredor Amateur, Director de la web www.vivirycorrer.com.ar, Conductor de Vivir y Correr Radio