El campeón no tiene quien lo vista
Joaquín Arbe es el atleta argentino de Esquel, Chubut, clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, sub campeón sudamericano y campeón argentino de Maratón, segunda marca histórica nacional en Maratón con 2h 11m 02s y el mejor registro de un maratonista argentino realizado en la Argentina.
Joaquín Arbe no tiene una marca deportiva que le provea su indumentaria.
Esos antecedentes son apenas los logros recientes del esquelense que, a puro sacrificio, ha conseguido su lugar en la élite del atletismo continental y se proyecta al mundo. El último y más impactante de esos sacrificios fue separase de su familia durante dos meses para preparar, como nunca antes lo había hecho, los 21k y 42k de Buenos Aires.
Joaquín Arbe corrió la Maratón de Buenos Aires con el pantalón corto que le facilitó un atleta amigo.
Pasó dos meses en Cachi, Salta, lejos de los afectos y a puro entrenamiento. Tanta concentración y sacrificio implicaron no estar presente el día del nacimiento de Erick, su tercer hijo. Ese sacrificio involucra a la familia, es decir a su esposa y sus dos hijos mayores, que en realidad son niños de corta edad. Ella, la madre de los tres, es Alejandra Carinao, atleta esquelense de gran nivel y con buena proyección. Regresó a Esquel y fue recibido como el hijo pródigo que es. Toda la ciudad disfruta su logro.
Joaquín Arbe se enteró horas antes de largar la Maratón de Buenos Aires que New Balance, la marca que lo auspiciaba ya no lo haría. Es más, le indicaba que no podía seguir vistiendo ninguna prenda New Balance. Y tuvo que firmar un compromiso en ese sentido.
Corrió, entonces, con unas zapatillas Nike con las que había entrenado porque las New Balance de su talla nunca llegaron a sus pies, con el pantalón corto Adidas que le prestó por un rato su amigo JuanMa Benítez, y con la musculosa Jacana, la indumentaria oficial de la Confederación Argentina de Atletismo (CADA).
Entrenado desde principio de año por Jorge Basiricó y Adriana Calvo, parece haber encontrado el buen camino: "Con Jorge la pegué, es muy atento y eso me hacía falta, alguien que me tenga presente, así no me pongo a correr todo", reconoce el propio Arbe. Y su esposa Alejandra refuerza esa idea: "A partir de ahora es un antes y un después. Le faltaba confiar y sentirse querido. Nadie lo mimó como Adriana y Jorge".
A casi diez días de su consagración, el Campeón Nacional de Maratón, el único atleta argentino -hasta el momento- clasificado directamente a los JJOO Tokio 2020, es el campeón desnudo. A sus 29 años Joaquín Arbe ha recibidodo propuestas, varias marcas le ofrecen vestir sus prendas a cambio de proveerle la indumentaria.
Un deportista de alta competencia, que es padre de familia, necesita un ingreso formal, algo más que los premios por participar y ganar carreras. Nadie parece tener un ítem en su presupuesto destinado a solventar los gastos de un atleta de nivel internacional. Tal vez sea difícil comprender que la inversión en imagen de marca tiene un retorno mediato. Porque Joaquín Arbe deberá dosificar entrenamientos y competencias para llegar a Tokio en la mejor forma posible.
Por ahora, no existe la empresa ni la entidad que apueste al mérito del mejor fondista argentino del momento. Será cuestión de tiempo. Alguien con capacidad de decisión y visión estratégica sabrá valorar la importancia de vestir y bancar al campeón.
César Sánchez